Se cree que el origen del aceite de oliva surge hace unos 12.000 años, en el Neolítico, y coincidiendo con el nacimiento de la agricultura. Desde entonces y hasta la actualidad, la historia del aceite de oliva ha ido adaptándose a cada época.
Ya desde la antigüedad, los aceites vegetales, incluyendo al aceite de oliva, se han empleado en la gastronomía, principalmente, y en usos religiosos, cosméticos y como combustible.
¡Repasa con nosotros el origen del aceite de oliva y toda su historia!
Origen del aceite de oliva
El origen de la producción de aceite de oliva hay que buscarlo en las costas del Mar Mediterráneo. Más concretamente, en la zona de lo que hoy conocemos como Siria, Líbano, Palestina e Israel. Es en esta zona donde se comenzó a extraer el aceite a partir de aceitunas silvestres.
Antiguo Egipto
En el Antiguo Egipto aparecen las primeras referencias documentales y arqueológicas más fiables sobre la aparición y el uso del aceite de oliva. El olivo era representado, incluso, en los sarcófagos de algunos faraones de la época.
La variedad de aceituna que se empleaba y las condiciones climáticas de la zona dificultaban el rendimiento del aceite de oliva. Por esta razón, el aceite se orientaba a fines cosméticos o fármacos.
Al ser un bien de bajo rendimiento, fueron los mismos egipcios los que comenzaron a comercializar el aceite de oliva, importándolo de Creta, que más adelante conquistarían los griegos.
Antigua Grecia
La producción de aceite de oliva llegó a los griegos a mediados del II milenio a.C., gracias a la conquista de la isla de Creta. Gracias a la posición estratégica de Creta, se comenzaron a establecer rutas comerciales con Egipto para comercializar con el aceite de oliva.
Fue aquí donde el olivo, su fruto y el aceite de oliva adquirieron la relevancia que aún conservan en la actualidad. Los antiguos griegos otorgaban gran importancia a la producción de aceite de oliva, considerándolo un símbolo de distinción entre clases; las clases más favorecidas eran las que consumían aceite de oliva.
El uso que otorgaban al aceite de oliva era, además de culinario, como remedio medicinal, cosmético o como combustible.
Aunque los griegos comenzaron a comercializar con el aceite de oliva, fueron los fenicios, el gran pueblo comerciante de la antigüedad, quienes llevaron el cultivo del olivo hasta las costas sureñas de la Península Ibérica.
Como curiosidad, la ciudad de Atenas debe su nombre a un olivo. Según la mitología griega, Poseidón y Atenea se encontraban en disputa por controlar la ciudad. La diosa regaló a los ciudadanos un olivo, del cual podían obtener madera, aceite y alimento. Así fue como Atenea ganó esa guerra y puso a la ciudad Atenas de nombre.
Imperio Romano
Los romanos adquirieron las costumbres, tradiciones y técnicas de los antiguos griegos y los perfeccionaron. Así ocurrió con el olivo y la producción de aceite de oliva.
Los romanos optimizaron el aceite de oliva y lo convirtieron, junto con el vino y el pan, en un elemento fundamental de su economía. Fueron quienes introducen la molea olearia, un molino movido por animales, garantizando así una mayor productividad. El aceite se transportaba en ánforas, unas vasijas de barro.
La expansión del Imperio Romano en los siglos II y III a.C., permitieron que el cultivo del olivar se expandiera por numerosas zonas. Las costas de Tripolitania (la actual Libia), la provincia Bética (Andalucía) y el Mediterráneo francés fueron los tres grandes centros de producción de aceite de oliva. Los aceites provenientes de Hispania eran los mejores valorados de la época.
El aceite de oliva se utiliza en gastronomía principalmente, aunque también como combustible para la iluminación, en cosmética para perfumes y ungüentos o como hidratante corporal, para curar heridas, úlceras, bajar la fiebre o calmar cólicos.
El monte Testaccio, en Roma, es un monte artificial elaborado con las ánforas que se utilizaban para transportar el aceite de oliva. La mayoría de esas ánforas provenían de la provincia de Bética.
Edad Media
Con la caída del Imperio Romano, cae también la popularidad del aceite de oliva. Son las órdenes religiosas las que toman el control sobre la producción del aceite, el cual quedó relegado a las clases más altas de la sociedad del momento.
El uso principal del aceite de oliva durante la Edad Media consistió en iluminar los altares de las iglesias. Básicamente, tenían un uso litúrgico, además de gastronómico para las clases altas.
Modernidad
Con la llegada del siglo XIX y las revoluciones tecnológicas, la producción y demanda del aceite de oliva experimentan determinados cambios. Así, se mejoran las técnicas de cultivo, recolección y distribución, lo que permitió elaborar productos cada vez más excelentes y de manera más rápida.
Asimismo, también aumentó su coste. Con la invención de nuevos métodos de iluminación, se reduce la demanda de aceite de oliva y, por tanto, aumenta su coste.
El aceite de oliva en la actualidad
En la actualidad, el 93% del aceite de oliva proviene de tres países: España, Italia y Grecia. España es el mayor productor de aceite de oliva del mundo, siendo Jaén la provincia con mayor concentración de olivos y producción oleícola a nivel mundial.
El aceite de oliva, actualmente, se ha convertido en un ingrediente indispensable en la gastronomía, sobre todo, desde que la dieta mediterránea fuese declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y considerada una de las más saludables y equilibradas del mundo.